La cirugía plástica y sus excesos
La cirugía plástica es un regalo de la ciencia,
sin duda alguna. Nos permite intervenir de manera majestuosa en la naturaleza
de nuestro cuerpo para arreglarlo a nuestro parecer. Claro está que no somos
perfectos y alcanzar la perfección es casi imposible.
Sin embargo, la cirugía plástica ayuda a eliminar
o cambiar esos detalles que incomodan en nuestra anatomía. Una nariz poco
simétrica, una cicatriz, orejas muy grandes, senos pequeños, grasa…. Las
opciones son incontables y crecen cada día más.
No es sorpresa para nadie que los procesos
quirúrgicos con fines estéticos han ganado popularidad en los últimos años,
esto no significa que todos lo apoyen. Desde que estos procedimientos son
conocidos muchos lo toman con un gesto vanidoso.
Todos
tenemos un toque de vanidad en nuestra personalidad y es sano querernos pero ¿en qué momento esto
se vuelve tóxico? pocas veces la misma persona suele notarlo, pero en
reiteradas ocasiones la ambición por la perfección física conlleva a daños en
el cuerpo humano.
Esto sucede cuando las personas se someten a un
número exagerado de cirugías plásticas.
Nadie sabe con exactitud cuál es ese número
preciso, puede variar en cada persona. Lo importante es saber reconocer cuándo
las intervenciones llegan a su límite.
Las cirugías plásticas en exceso tienen
consecuencias devastadoras en los músculos, la piel y los huesos, pero pocas
personas lo saben. La dismorfofobia es un cuadro psiquiátrico que afecta a las
personas que viven encontrando defectos en sus cuerpos.
Este tipo de
personas pueden llegar a tener hasta 10 o 15 cirugías en cada parte del cuerpo.
Existe otro grupo de personas que llegan al consultorio con fotos de famosos y
diciendo “quiero verme así” con intención de realizarse varias cirugías.
Es importante que el profesional este al tanto de
este tipo de trastornos psicológicos. Como profesionales están en toda su
facultad para remitir a los pacientes a psicólogos. Los problemas de autoestima
pueden ser severos.
Los órganos son delicados y poseen un
equilibrio que se debe respetar. Cuando se llevan a cabo múltiples cirugías en
un órgano específico el tejido pierde vitalidad. Esta situación hace que el
órgano responda de manera distinta y que se esfuerce en exceso.
De igual forma la piel humana cumple con
procesos que si son interrumpidos demasiado puede generar deterioro, pérdida de
elasticidad y color. En primera instancia no se nota pero los cambios
estructurales se evidencian con el tiempo.
Por otro lado, los huesos también podrían
perjudicarse en caso de excesivas intervenciones, esta situación es particular
en la nariz. Por lo general los especialistas recomiendan no más de dos
cirugías en la misma zona.
La procesos estéticos pueden llegar a
ocasionar cambios sin vuelta atrás, desde la expresión completa hasta el color
de piel. Por esa razón es importante al momento de someterse a este tipo de
intervenciones analizar bien la situación.
Si
bien la cirugía es una bendición y permite que las personas vivan más plenas y
felices, conocer las consecuencias es esencial.
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